Francisco de Quevedo (Madrid, 1580-Villanueva de los Infantes, 1645) es el único poeta español que sorprende por su extraordinaria personalidad de disidente y heterodoxo. Le tocó vivir en el seno de una sociedad puritana -la Corte y el pueblo-, y entre miles de libros sobre vidas de santos, martirios, milagros, novenas y oraciones, de donde surge la voz discordante de Quevedo en medio de aquel desierto como el Fénix de las cenizas. El estruendo fue como una explosión. Por primera vez la poesía sale al encuentro de la vida, merodea los bajos fondos, entre chulos y rufianes, prostitutas y alcahuetas, y hace uso del lenguaje de la jeringonza, precisamente lo que más admiro otro gran poeta, Jorge Luis Borges tres siglos después. Los poemas de este libro son la radiografía social de una época en constante crisis, entre el poder de unos y el de otros. Es el discurso contra la hipocresía y la vanidad. este libro es a la vez una variación de dos libros o dos miradas del autor. La primera, Poesía voluptuosa, contiene una colección de poemas que llevan el sello de auténticos, cuyo tema principal es el erotismo. La segunda, Poesías picarescas inéditas, publicadas en 1873, es una recopilación de textos también eróticos, donde figuran veinticuatro poemas desconocidos o inéditos.