Ópera lecta

Antología poética
Pilar Paz Pasamar nace en Jerez de la Frontera. Sus primeros poemas ven la luz en el diario Ayer  de su ciudad natal. A los dieciocho años publica su primer libro de poemas Mara, prologado por Carmen Conde.

Junto a autores como Fernando Quiñones,  José Caballero Bonald, Julio Mariscal  y  José Luis Tejada, entre otros, constituyeron el grupo Platero de Cádiz. Pertenece a la Real Academia Hispanoamericana de Cádiz y a la de San Dionisio de Jerez.

«Pilar Paz. La he escuchado desde hace demasiado tiempo para equivocarme. Ya en pricipio, con Mara me sedujo como un canto de sirena segura y esperanzadora. Luego se confirmó y creció y se hizo tan propia que nadie pudo nunca confundirla, una plegaria confiada. Sin prisas, sin ambición, sin concesiones y también sin desmayos. Lo mismo que una vida bien vivida. Quien lea esta antología, deseará leer. o releer, toda su obra. En ella encontrará el agua "de la fuente que mana y corre».
Antonio Gala

Ópera lecta

Antología poética

Prólogo de Cecilia Belmar Hip

Selección de Manuel Francisco

2001
180
12,5 x 19,5 x 1 cm
Tapa blanda
978-84-7522-991-1
14,00 €
Pilar Paz Pasamar nace en Jerez de la Frontera. Sus primeros poemas ven la luz en el diario Ayer  de su ciudad natal. A los dieciocho años publica su primer libro de poemas Mara, prologado por Carmen Conde. Junto a autores como Fernando Quiñones,  José Caballero Bonald, Julio Mariscal  y  José Luis Tejada,...
Pilar Paz Pasamar nace en Jerez de la Frontera. Sus primeros poemas ven la luz en el diario Ayer  de su ciudad natal. A los dieciocho años publica su primer libro de poemas Mara, prologado por Carmen Conde.

Junto a autores como Fernando Quiñones,  José Caballero Bonald, Julio Mariscal  y  José Luis Tejada, entre otros, constituyeron el grupo Platero de Cádiz. Pertenece a la Real Academia Hispanoamericana de Cádiz y a la de San Dionisio de Jerez.

«Pilar Paz. La he escuchado desde hace demasiado tiempo para equivocarme. Ya en pricipio, con Mara me sedujo como un canto de sirena segura y esperanzadora. Luego se confirmó y creció y se hizo tan propia que nadie pudo nunca confundirla, una plegaria confiada. Sin prisas, sin ambición, sin concesiones y también sin desmayos. Lo mismo que una vida bien vivida. Quien lea esta antología, deseará leer. o releer, toda su obra. En ella encontrará el agua "de la fuente que mana y corre».
Antonio Gala
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