Hespérida I

Canto universal de las Islas Canarias (2001-2005)

Causa asombro la maestría con que Justo Jorge Padrón (Las Palmas de Gran Canarias, 1943) ha plasmado una empresa mayúscula, la más desmesurada y difícil de la poesía: una epopeya. Hespérida consagra el ámbito mítico, desde la creación del universo y el utópico continente de la Atlántida, mas las exploraciones legendarias a las Hespérides o Islas Afortunadas, hasta la conquista del archipiélago por las tropas españolas que las incorporaron a la Corona de Castilla y al proyecto del imperio español, a fines del siglo XV.

«Hespérida es un obra única en el panorama de los últimos cien años de nuestra tradición literaria y tiene el mérito, además, de rescatar del olvido la heroica historia de su pueblo para dejarla latiendo de una manera conmovedora y magistral en la memoria del mundo».
Ricardo Gonzalez Vigil

Hespérida I

Canto universal de las Islas Canarias (2001-2005)
Prólogo de Virgilio López Lemus
2005
368
12,5 x 19,5 x 1,6 cm
Tapa blanda
978-84-7522-598-0
14,00 €
Causa asombro la maestría con que Justo Jorge Padrón (Las Palmas de Gran Canarias, 1943) ha plasmado una empresa mayúscula, la más desmesurada y difícil de la poesía: una epopeya. Hespérida consagra el ámbito mítico, desde la creación del universo y el utópico continente de la Atlántida, mas las exploraciones...

Causa asombro la maestría con que Justo Jorge Padrón (Las Palmas de Gran Canarias, 1943) ha plasmado una empresa mayúscula, la más desmesurada y difícil de la poesía: una epopeya. Hespérida consagra el ámbito mítico, desde la creación del universo y el utópico continente de la Atlántida, mas las exploraciones legendarias a las Hespérides o Islas Afortunadas, hasta la conquista del archipiélago por las tropas españolas que las incorporaron a la Corona de Castilla y al proyecto del imperio español, a fines del siglo XV.

«Hespérida es un obra única en el panorama de los últimos cien años de nuestra tradición literaria y tiene el mérito, además, de rescatar del olvido la heroica historia de su pueblo para dejarla latiendo de una manera conmovedora y magistral en la memoria del mundo».
Ricardo Gonzalez Vigil
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