En este libro el autor estudia los temas más importantes de la poesía de Antonio Machado, en particular sus títulos de Soledades y Campos de Castilla, libro que supuestamente marca una ruptura en su discurso poético. En primer lugar, Barbagallo demuestra que no existe tal ruptura, y que aquello que parece un cambio, una evolución en el sentir poético de don Antonio, no es otra cosa que la continuación de un mismo sentimiento. La «superficie» es efectivamente distinta, pero el  «subsuelo», el interior, el impulso creativo es el mismo.
El libro también demuestra que el tema predominante y más importante desde un punto de vista filosófico y existencial es el paso del tiempo. En la poesía de Machado encontramos tristeza y melancolía, pero en definitiva vemos también esperanza, porque el tiempo no solo destruye sino que regenera. Así es que en esta poesía vemos un paisaje urbano y uno campestre o rural que cuentan y cantan la Historia de España.