La construcción dramática de su obras se presenta como una suma de acciones que avanzan en paralelo y que mantienen una correspondencia temática, ideológica o simbólica, para entrecruzarse, entrar y salir de escena y multiplicar el espectáculo. Al tiempo, la materia de sus comedias es la misma que alimenta del resto de su obra, donde los personajes crecen en densidad y parecen sacados de la vida, donde los juegos entre ficción y realidad se multiplican, donde las tramas no acaban mal ni bien y donde, como en la propia existencia, todo queda al final por resolver. Leer este teatro es leer a Cervantes mismo. Con este libro pretendemos ofrecer al lector una imagen clara y sencilla de la dramaturgia cervantina, generalmente marginada por la crítica, analizando la relaciones de Cervantes con el género de los comediantes contemporáneos, así como el carácter reivindicativo de las Ocho comedias. Se aborda asimismo un estudio detenido de Numancia como tragedia, de las comedias compuestas al regreso del cautiverio y de las publicadas en 1615, junto con los ocho entremeses, en los que Cervantes reinventa y dignifica un género menor, convirtiendo la risa en sátira. Por último, se indaga la puesta en escena que conllevan comedias y entremeses, así como la trayectoria de representaciones del teatro cervantino desde el siglo XVI hasta la actualidad y sus recepción crítica.