Luciano G. Egido (Salamanca, 1928) empezó su carrera literaria a los sesenta y cinco años y nunca se presentó a ningún Premio. Pero le han concedido varios, entre ellos el Premio Nacional de la Crítica, 1995, por su novela
El corazón inmóvil.
Con motivo del IV Centenario del Quijote, publicó dos ensayos,
La razón de la sinrazón y
La sinrazón de la razón, Editorial Visor.
A caballo entre el reportaje, el ensayo, la poesía, la ficción, la autobiografía y la denuncia, este libro intenta alcanzar lo que la crítica literaria llama «la literatura total», que, más allá de los géneros y desde una finalidad estrictamente literaria, ofrece una plural mirada sobre la sociedad y la historia contemporáneas y sobre un hombre actual y sus circunstancias personales, tanto biológicas y económicas como morales y sentimentales.
Esta panorámica crítica y reveladora, tiene su hilo conductor en una jornada cualquiera vivida por un hombre de la calle, con inquietudes intelectuales y óptica original, que, a través de las anécdotas cotidianas, despertarse, ducharse, desayunar, trabajar, pasear, leer, evocar el pasado, recordar a los amigos, componer libertad, es al mismo tiempo, un autorretrato del autor y una declaración de principios morales, en defensa del individuo y del yo precario, amenazado por la sociedad de consumo y la globalización mercantil todopoderosa y omnipresente. Una llamada de optimismo y una invitación a la resistencia frente a los poderes fácticos y sus telones de fondo.