La reivindicación del humor es hoy una tarea necesaria dada la desmedida valoración de la seriedad y de actitudes poco sensibles al humorismo. Si una dimensión de la literatura y las artes está hoy lejos de ser comprendida es el humorismo. Los conceptos que manejan teóricos y críticos se suelen limitar a un pequeño abanico de tópicos. Hoy el concepto más recurrente para explicar el humor es el de parodia. Todo es parodia. Y, aunque es cierto que la literatura moderna recurre con cierta frecuencia a la parodia, no se puede reducir el humor a parodia. Otras categorías son más pertinentes. Y, sobre todo, es pertinente una comprensión histórica y antropológica de los fenómenos humorísticos.La cultura aragonesa ha sido y es especialmente sensible al humor. Sus figuras y motivos han ofrecido múltiples y valiosas expresiones. Quizá la explicación sea el peso de la cultura popular en la sociedad aragonesa. Gracián, Goya, Buñuel son referentes internacionales del humor aragonés. No están solos. Una amplia nómina de autores los acompañan, tanto clásicos como actuales.El humor en la literatura aragonesa. Estampas aragonesas reivindica el humorismo como expresión de la estética de lo popular y retoma temas, figuras y expresiones que ha cultivado la cultura aragonesa. Proporciona conceptos y métodos para aproximarse y tratar de desentrañar los misterios del humorismo, al tiempo que trata de iluminar esa faceta de la cultura aragonesa.
En este libro se explora la relación entre la tradición popular y el humor cultural en sus diversos géneros y medios, analizando distintos casos aragoneses, desde Marcial en la Antigüedad, a autores del siglo XX o fenómenos cómicos mediáticos como es el caso del cómic, del cine o de la televisión.