De la llama en que arde

El nombre de María Victoria Atencia dejó de ser un secreto entre iniciados cuando —rebasado el cerco de muy exclusivas entregas— su poesía alcanzó un cálido reconocimiento unánime. Desde entonces se ha ido coincidiendo en el motivo de aquella sorpresa: María Victoria, despegada de la generación que le corresponde —la de los 50—, e incluso ajena a ella, como puede verse en estudios y antologías, tenía que ser —por su sensibilidad y su escritura— un hallazgo y descubrimiento de la generación novísima.

De la llama en que arde

1988
64
12,5 x 19,5 x 0,6 cm
Tapa blanda
978-84-7522-229-3
12,00 €
El nombre de María Victoria Atencia dejó de ser un secreto entre iniciados cuando —rebasado el cerco de muy exclusivas entregas— su poesía alcanzó un cálido reconocimiento unánime. Desde entonces se ha ido coincidiendo en el motivo de aquella sorpresa: María Victoria, despegada de la generación que le corresponde —la...

El nombre de María Victoria Atencia dejó de ser un secreto entre iniciados cuando —rebasado el cerco de muy exclusivas entregas— su poesía alcanzó un cálido reconocimiento unánime. Desde entonces se ha ido coincidiendo en el motivo de aquella sorpresa: María Victoria, despegada de la generación que le corresponde —la de los 50—, e incluso ajena a ella, como puede verse en estudios y antologías, tenía que ser —por su sensibilidad y su escritura— un hallazgo y descubrimiento de la generación novísima.

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